Tusquets Editores lanzó su nueva colección Rara Avis.
El escritor Juan Forn recupera para Tusquets joyas de la literatura que habían quedado olvidadas y las reúne en una biblioteca de indiscutible valor. Autores argentinos y extranjeros con obras difíciles de etiquetar o encerrar en una categoría literaria, en su mayoría libros del siglo pasado, de fines del diecinueve o títulos nunca traducidos al español.
“Llamar a esta colección Rara Avis es una manera de dar cobijo a esta clase de libros y de reivindicar su derecho a flotar libremente, por encima o por debajo o por entre los resquicios que dejan las categorías y etiquetas literarias y editoriales”, dice Forn.
Los primeros dos títulos que se publicarán en agosto son: Crónica de mi familia, de Vasco Pratolini y Anticonferencias, de Isidoro Blaisten.
La leyenda dice que Pratolini tardó menos de un mes en escribirlo, mientras las tropas aliadas entraban en Roma, tipeando en una máquina de escribir prestada. Le llevó más de dos años publicarlo. Se resistía a que apareciera en una colección de narrativa pero finalmente, por consejo de su amigo Elio Vittorini, aceptó con la condición de que llevara una advertencia al lector, breve y estremecedora, aclarando que no se trataba de una obra de ficción. Ese consejo resultó eficaz, este libro le dio fama y prestigio: estuvo nominado al Oscar (por el guión de Rocco y sus hermanos que escribió para Luchino Visconti), y dos veces a punto de ganar el Nobel en los años 50. Pero a mediados de los 60, destronado el neorrealismo, el rastro de Pratolini se pierde. Sus últimos libros ni se tradujeron. Nació en 1913, su padre partió a la guerra y su madre murió cuando él tenía cinco años. Vivió con su abuela, separado de su hermano porque ella no podía mantener a los dos, luego en un inquilinato. Enfermó de tuberculosis y estuvo dos años en un sanatorio de montaña. Cuando pudo volver se hizo periodista y se reencontró con su hermano, en la Italia fascista de los años 30. De eso se trata Crónica de su familia, un libro único, inclasificable, inmortal y por esas tres razones inicia esta colección.
Isidoro era uno de los más sutiles cuentistas de su época, dueño de un extraordinario sentido del humor, un exquisito manejo de lo coloquial y fulminantes relámpagos de lirismo, cuando en 1983 publicó Anticonferencias, una especie de ars poética y autobiografía en la que, con desenfado y originalidad, hablaba sobre ética, dinero y creación, soledad y mujeres, política y literatura. Blaisten era un milagro: un gato de cinco patas, un olmo que daba peras. Era un cuentero judío, un pachorra entrerriano y un porteño terminal, un relojero loco, un vago, un perdedor serial, un rey de la angustia, y también sobre todo, un maestro de la salvación por la risa y por el estremecimiento poético.